La iglesia universal ha sabido convocar a muchas familias en torno al sentimiento de unos valores que desgraciadamente se van perdiendo en esta sociedad. Sabemos que la familia es patrimonio de la humanidad y pocas cosas hay que merezcan tanta admiración. Yo diría que es una obra de arte, un tesoro muy importante que debemos guardar con mucho mimo. Afortunadamente muchos niños crecen en ambientes maravillosos y positivos, pero también nos encontramos con ambientes hostiles para el desarrollo de muchos pequeños. Creo que la familia debe educar en y desde el amor, en la libertad, en el respeto, en la tolerancia, en la solidaridad. Cuando en un país la familia se desintegra, el tejido social se descompone y como consecuencia nace la violencia en todas sus formas. Creo que los políticos deberían trabajar por una legislación familiar apta para promover la auténtica vocación de los esposos y de los hijos a favor de la familia. En definitiva, pienso que la familia no es un fin sino el punto de partida para el encuentro con esa gran familia llamada humanidad entera. Marca: Não Informado