Hablar consigo en un diálogo interior es lo que hace la mayoría. Nada más lejos del desatino, es parte de la propia cordura para aliviar tristezas, disolver preocupaciones, disfrutar emociones o reírse de las ocurrencias que surgen en cada momento de la propia existencia. Hablar consigo es encontrar el camino de la solución; es poner la mirada más allá de las imágenes habituales, en el horizonte, en el cielo, perderse en las nubes y poder sentir un especial abrazo cálido, aunque corra el aire. Marca: BIBLIOMANAGER