Entre 1992 y 2002, un joven obrero atraviesa fábricas, agencias de empleo y turnos interminables en una Colombia que produce sin mirar de frente sus costos humanos. En el corazón de una planta química entre tanques, alarmas y protocolos que se aprenden a golpes descubre el reverso del progreso: la precariedad normalizada, la negligencia técnica, el silencio como parte del engranaje. Su relato, directo y sin coartadas, reconstruye accidentes, miedos, complicidades y omisiones que contaminan cuerpos, aguas y conciencias. Cuando el ruido industrial se apaga, llega la reinvención al volante de un taxi: otra intemperie, otros códigos, la misma pregunta por la dignidad.Este testimonio no busca absoluciones; deja constancia. Señala lo que no salió en los informes y lo que la rutina volvió invisible. Con una prosa cruda y lúcida, Yo quemé los pies de los niños y maté los peces confronta la ética del trabajo, la responsabilidad empresarial y la fragilidad de quienes sostienen la cadena productiva.Después de leerlo, ¿podrá usted seguir llamando accidente a lo que en realidad es un sistema? Marca: Não Informado