Como bien atestiguan la neurociencia y la psicología, sin memoria no hay identidad. Además, uno no es nunca solamente uno mismo, sino todo aquello y todos aquellos que genética, social y culturalmente han contribuido a la construcción de nuestra historia personal. Para reconocernos a nosotros mismos, debemos reconocerlos a ellos.En 1957 Fernando Sarría rememora un puñado de episodios biográficos pertenecientes a sus primeros dieciocho años de vida. La mirada de un niño y un adolescente sobre una familia vapuleada por la enfermedad y la carencia económica, sobre un país que empezaba a dejar atrás una durísima posguerra, con todas sus luces y sombras.Si la infancia es la verdadera patria, atrevernos a recordarla y contarla nos sitúa ante nuestra más íntima verdad.Luisa Miñana Marca: Não Informado